Mi camino hacia una formación eficaz

Como ciclista aficionado, llevo mucho tiempo buscando la forma de mejorar mi rendimiento. Sin embargo, ante todo quería entrenar de forma más eficiente.
Los planes de entrenamiento estrictos y los objetivos fijos no son la solución para mí: el entrenamiento también debe ser divertido. El ciclismo de carretera es mi afición y no me gusta tener que torturarme constantemente.
Hace unos años, conocí el Vitalmonitor por casualidad, pero en ese momento pensé que sólo era para deportistas de élite. No obstante, la idea de hacerme con uno de estos de alguna manera siempre permaneció en el fondo de mi mente.

Todo comienzo es duro

En verano de 2020, finalmente me regalé un monitor de vitalidad como regalo de cumpleaños. Al principio era escéptico, los resultados de las mediciones no eran especialmente positivos y mis niveles de estrés eran altos, aunque no me sentía estresado. Durante las primeras semanas, el resultado era casi siempre "entrenamiento regenerativo" o "sin entrenamiento". No era una situación satisfactoria y estaba claro que tenía que empezar por otro sitio antes de poder volver a entrenar "como es debido". Empecé a crear rutinas en mi vida. Levantarme más temprano y empezar el día de forma diferente a como lo hacía antes. También utilicé los cursos de formación online de Vitalmonitor para poder interpretar mejor las lecturas.

Rutina y experiencia

Al poco tiempo, mis valores mejoraron y pude volver a entrenar intervalos. Finalmente, mi rendimiento en la bici también mejoró notablemente. El Vitalmonitor ya forma parte de mi rutina diaria matutina. Con un poco de experiencia, ya puedo influir en mi rutina diaria para conseguir un resultado positivo. Esto significa que sé lo que tengo que hacer el día anterior si quiero entrenar más intensamente al día siguiente.

Un gran producto que puedo recomendar a cualquier deportista aficionado y/o de salud.