Maratón de Linz: No terminar no es una opción

¡El monitor de vitalidad me dio más forma física y resistencia!

DNF (Did not finish) no es una opción

Sí, también puedes quemarte en abril. Siempre que estés al sol el tiempo suficiente. Yo estuve mucho tiempo en el Maratón de Linz el domingo. Y no, no se puede forzar nada. Los tiempos parciales, las bebidas mágicas mezcladas y demás tam-tam no sirven de nada: si no corre, no corre. El monitor de vitalidad me mostró claramente mis valores el domingo por la mañana y me recomendó un entrenamiento regenerativo. ¿Regenerativo? - Hoy tenía que correr el maratón de Linz. Así que me planté en el Voestbrücke antes de la salida, conocí personalmente a mi colega corredor del proyecto Vitalmonitor, Stefan Rauchenzauner, y tuve la oportunidad de charlar un rato. Juntos nos dirigimos hacia la meta a las 9.30 de la mañana, justo a tiempo. Sólo quedaban 42,195 km. Los primeros 10 kilómetros pasaron muy rápido y Stefan y yo estábamos allí con un promedio de 5 km. El tiempo de llegada 3:35:00 era mi plan secreto. Incluso en la marca de media maratón (1:46:06), una marca personal de maratón debería ser posible. Stefan ya me había adelantado fácilmente en este punto y se alejó trotando. (Vaya, parecía relajado ;) ). Los siguientes kilómetros transcurrieron bastante deprisa, aunque me di cuenta de que mi ritmo inicial era quizás demasiado rápido. En el km 32 sentí la primera punzada en la pantorrilla. Me detuve brevemente en el puesto de socorro. ¡Gran error! Cuando quise seguir corriendo, ambos gemelos se acalambraron y me obligaron a dar un pequeño paseo. Luego, en el km 35, ¡el desastre! Ambas pantorrillas, ambos muslos: un calambre. Fue tan fuerte que me hizo perder el equilibrio. No podía correr ni andar. Ya había tomado mis pastillas de sal en el kilómetro 25, pero esta vez tampoco me ayudaron. Ahora estaba en el KM35. Otros 7 km hasta la meta. El abandono no es una opción.

Mi éxito con el monitor de vitalidad

Con un poco de carrera lenta, al menos debería acabar en 3:44:00. Eso es lo que pensaba. Debería tener tiempo de sobra para pensar. Los calambres eran tan fuertes que cada paso era una tortura. Necesitaba casi una hora para los últimos kilómetros. ¿No me lo había recomendado el monitor de vitalidad esta mañana? REG entrenar. Debería haberle hecho caso. La motivación de los espectadores, mi mujer, mi hija y mi perro me llevaron paso a paso hacia la meta. Lento pero constante. El tiempo se acababa y mi plan B también. El plan C lo conseguí al menos por debajo de las 4 horas. Tropecé con la línea de meta en 3:57:28. A pesar de esta carrera desastrosa, hay que decir que el Vitalmonitor y el plan de entrenamiento de Berny Schimpl me prepararon perfectamente para el maratón. Sin problemas musculares, sin duda habría conseguido un PB. El Vitalmonitor me ha enseñado en los últimos meses cuándo debo entrenar a tope y también me ha mostrado mis límites. Ahora conoce mi cuerpo mejor que yo. Según el Vitalmonitor, mi edad biológica es ahora de 25,6 años. Mi edad real: 42 años. Sólo por esta razón, el Vitalmonitor fue una ventaja. Controló mis sesiones de entrenamiento, impidió que me sobreentrenara y me proporcionó más forma física y resistencia. Realmente puedo recomendar el Vitalmonitor a cualquier atleta aficionado ambicioso (así me llamo yo ;) ).

Toda la motivación incluso después del maratón

Los músculos siguen doloridos el segundo día después de la media maratón. Pero los valores de Vitalmonitor ya están subiendo de nuevo. Por eso hoy voy a empezar otra sesión de entrenamiento relajada y llena de vigor. Echando la vista atrás, puedo decir que el Vitalmonitor funciona de forma muy fiable y precisa y mide muy bien mi estado diario. Es un gran compañero para optimizar mi entrenamiento. Me gusta especialmente la comparación entre hoy y hace cuatro meses. Mi forma física ha mejorado mucho y mi frecuencia cardiaca en reposo también ha bajado. En definitiva, ha sido un entrenamiento muy intenso, con el que he disfrutado mucho. El maratón fue muy bien y estoy muy contento con mi resultado.